28.5.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 13

Día 13: El hilo brillante que terminó en tragedia (con lentejuelas)

Hoy quise darle un toque glam a mi tejido.
Vi un hilo con lentejuelas plateadas que decía “ideal para proyectos elegantes”.
Y yo pensé: “Claro que sí. Elegante soy yo.”

Mentira.



✨ Lo que el hilo no decía

  • Que cada lentejuela tiene vida propia.

  • Que la máquina de tejer circular lo odia.

  • Que si va una lentejuela por delante del gancho, se frena TODO.

  • Que terminé más brillando yo que el proyecto.

Intenté avanzar. El hilo se trababa, la máquina sonaba raro, y en un momento, volaron lentejuelas como confeti de cumpleaños maldito.


🧵 Resultado final:

  • Una mini línea de tejido deforme.

  • Lentejuelas sueltas en mi ropa, el piso, el gato.

  • La firme decisión de no volver a comprar cosas “elegantes” sin revisar compatibilidad.



📌 Conclusiones prácticas

  1. Los hilos brillantes son para proyectos manuales, no para máquinas automáticas (salvo que sean muy finos y uniformes).

  2. Si vas a usar lentejuelas, haz pruebas primero.

  3. Prepárate psicológicamente para que tu sala parezca la pista de un show de drag queens al terminar.



💡 Reflexión del Día

A veces lo brillante nos seduce.
Pero como en la vida, en el tejido también hay que preguntarse:

“¿Esto es funcional o solo brilla bonito para Instagram?”

Yo me quedo con los hilos mate… y con mi dignidad, a medio recuperar.

27.5.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 12

Día 12: Cuando usé la máquina de tejer circular… al revés

Hoy quería hacer un gorrito express con la máquina de tejer circular.
Vi un video en YouTube, me dije: “Esto lo tengo dominado”.

Spoiler: no lo tenía dominado.


🚨 El error: la giré al revés

Sí. Empecé a tejer en sentido antihorario pensando que daba igual.
Al principio parecía ir todo bien, pero a los 15 minutos el tejido empezó a fruncirse raro, los puntos saltaban, y el gorrito parecía una versión textil de un churro deprimido.


📉 Señales de que algo no va bien:

  • El hilo se resiste. Como si la máquina te juzgara.

  • Los puntos parecen borrachos.

  • La tensión no se mantiene.

  • El resultado parece tejido por alguien con sueño y sin gafas (o sea: yo).


🔄 Lección del día

La máquina de tejer circular tiene su lado bueno y su lado rebelde.
Gírala en la dirección correcta. Revisa el manual. No seas yo.

Cuando lo corregí, el gorrito salió en 10 minutos.
Antes de eso, había creado algo que podría usar un muñeco maldito o un aguacate.




🧠 Reflexión del Día

Hoy confirmé que en el tejido, como en la vida:
si vas en dirección contraria, lo notarás tarde… pero lo notarás.

Y también que ningún tutorial de 5 minutos sustituye leer el manual.

26.5.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 11

Día 11: El misterioso caso de la bufanda sin fin (spoiler: era yo)

Tejí durante tres días seguidos.

Café, música, ovillo nuevo. Todo bien. Pero… cada vez que medía la bufanda, tenía la misma longitud.

¿Ein?
¿Tejí? Sí.
¿Avancé? Claramente no.


📏 ¿Qué pasó?

Pasó que me equivoqué en el conteo. Varias veces.
Y sin darme cuenta, deshacía lo que tejía cada vez que corregía.

También descubrí que el patrón era “reversible”, pero eso también significa que nunca sabes que lado estás repitiendo mal.

Resultado: una bufanda eterna que no crecía, solo giraba en círculos como mi paciencia.


🌀 Síntomas de una bufanda sin fin:

  • Mides cada media hora con esperanza.

  • Empiezas a creer que el ovillo se regenera.

  • Sospechas que el tejido se encoge por las noches.

  • Ya no recuerdas si tejías para regalo, para ti… o por castigo.


🧶 ¿Qué aprendí hoy?

  1. Haz marcas de progreso. Un clip cada 10 cm te salva el alma.

  2. No te fíes del “parece largo ya”. Las bufandas tienen un pacto con el diablo: se ven largas… hasta que te las pones.

  3. Revisa el patrón cada tanto. No cada 6 horas como hice yo.


🧣 Reflexión del Día

Tejer una bufanda sin fin me enseñó paciencia, humildad, y que a veces tejes no para abrigarte… sino para recordar que los errores también forman parte del tejido.

Y que a la próxima, voy a hacer un cuello cerrado. Menos traicionero.

25.5.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 10

Día 10: Mi gato, mi ovillo y la batalla por el sofá

Todo iba bien.

Sábado, cafecito, ovillos listos, patrón impreso. Iba a tejer un gorrito. Simple. Relajado.

Hasta que entró el Gato.


Mi gato tiene un talento especial para detectar cuándo empiezo algo importante…
Y entonces decide que es el momento perfecto para tirar el ovillo del sofá, correr por el pasillo, enredarse con las cortinas y hacer una instalación artística con mis herramientas.


🐾 Cosas que ocurrieron en menos de 5 minutos:

  • El ovillo fue asesinado.

  • La lana quedó enredada con la alfombra, mi pierna y una silla.

  • Perdí 3 marcadores de punto. Uno estaba en su boca.

  • El patrón ahora tiene huellas y un rasguño artístico.



📌 ¿Qué hice al respecto?

Nada. Absolutamente nada.
Porque claro, el gato se me subió encima, ronroneó y me miró con esos ojos de “yo no fui, tú te estresas sola”.

Y yo… terminé acariciándolo mientras en mi cabeza repetía:

“Esto antes era una bufanda. Ahora es arte contemporáneo en forma de desastre.”


🛠️ Consejos para tejedores con gatos (spoiler: no funcionan):

  1. Guarda los ovillos en cajas con tapa (el gato abrirá la tapa).

  2. Teje mientras duerme (dormirá sobre tu proyecto).

  3. Ignóralo (te saltará al regazo cuando estés contando puntos).

  4. Cómprale su propio ovillo (le gustará más el tuyo).


😹 Reflexión del Día

Tejer con gato es como tejer con una nube con garras.
Te roba lana, destruye esquemas y… te gana siempre.
Pero también te acompaña, te calienta los pies y, de alguna forma, te recuerda que nada tiene que salir perfecto.